miércoles, 14 de enero de 2009

A proposito de la Paz, el Cristo Negro, Hemingway y los Pobres.



Pero París era una muy vieja ciudad y nosotros éramos jóvenes, y allí nada era sencillo, ni siquiera el ser pobre, ni el dinero ganado de pronto, ni la luz de la luna, ni el bien ni el mal, ni la respiración de una persona tendida a mi lado bajo la luz de la luna. Pero París era una muy vieja ciudad y nosotros éramos jóvenes, y allí nada era sencillo, ni siquiera el ser pobre, ni el dinero ganado de pronto, ni la luz de la luna, ni el bien ni el mal, ni la respiración de una persona tendida a mi lado bajo la luz de la luna.
Ernest Hemigway, Paris era una Fiesta


Aunque le enoje a todo el mundo, el pobre tiene los cielos abiertos como el niño. El pobre puede que no tenga para comer pero no sufre enfermedades. El pobre es bueno por naturaleza y no tiene que inventarse dos conciencias. El pobre no tiene dos caras, con una le basta y le sobra para levantarse en las mañanas. El pobre no es tan pobre como cuando llega a tener algo, entonces si se vuelve pobre si no comparte lo que tiene. Picasso decía que el quería llegar a tener suficiente dinero para disfrutar la vida como cuando era pobre, y lo hizo. García Márquez que siempre le faltaron cinco centavos para todo, cuando tuvo todo, le dio por la nostalgia y escribía de cuando era pobre; lo mismo le pasó a Hemigway que dijo al final de su última novela, que aquellos tiempos en Paris “de cuando eran muy pobres y muy felices”.
Es la doctrina de un hombre que vino al mundo en un pesebre, que no es más que un chiquero donde dormían los animales de trabajo, siéndolo todo, el hijo de Dios; y de tan bueno, murió en una cruz sudando sangre. Los ricos son pobres sin memoria. Quiera Dios mover al mundo a la fraternidad, al verdadero sentido de la vida. Facundo Cabral, o tanto escritor viajero, sabe que nunca necesitaron dinero para vivir una vida abundante, tan solo dejarse llevar por lo que mas querían. La pobreza para Jesús siempre fue una oportunidad para que no se acabara el cielo. Una vez dijo que el reino de los cielo se había acercado, como nunca invito a pedir, invito a tocar, invito a buscar, porque todo aquel que busca haya, al que toca le abren, y al que pide se le da, dijo. No me puedo imaginar una doctrina más lejos del capitalismo que la religión cristiana. Por eso, no me puedo imaginar a predicadores con guardaespaldas, ni a profetas con Hummers, ni a iglesias donde se predica el dar sin compartir con los más necesitados. Para la Madre Teresa todos los pobres eran santos, en medio de los basureros de Calcuta, logro volverse ante el mundo amiga intima de Dios.



14/1/2009

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