Su aroma no siempre es
agradable, por no decir que siempre es fétido. Su consistencia: sólida a
gelatinosa. Ésta bien hecha, bien condimentada, con gorditos de cerdo y hierbabuena.
Pero es sangre coagulada. Comida para vampiros y monjes trastornados, todos
esos murciélagos urbanos. Comida nocturna, morbosa y sádica. Si la comen dos
amantes en luna llena, harán el mejor sexo del Sistema Solar. Su nombre vulgar
es moronga y en los oídos indicados se vuelve afrodisiaca poesía.
jueves, 19 de mayo de 2016
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