miércoles, 10 de junio de 2009

LA OTRA FIESTA DESPUES DE LA FIESTA/ARBITRARIA MUCHEDUMBRE DE PABLO BROMO




No toques el saxofón. Deja que él te toque a ti.


Charlie Parker




Un 9 de Junio nace Johnny Depp, y para variar, es abolida la esclavitud en toda Norteamérica, se suicida Neron, muere Charles Dickens y nace el Pato Donald. No sé los motivos para que Pablo Bromo presentara su libro en Sophos el día de ayer, 9 de junio, a las 7:30pm, con la casa llena de amigos, entre dos buenos escritores: Javier Payeras, y Francisco Alejandro Méndez.
Estaba con mi novia en la terraza de un bar cuando vi pasar, media hora antes, a Julio Serrano. Aquel iba envuelto en su propia música. Intempestivamente salté de mi asiento, dejando mi cerveza y a la chica, y corrí a saludarlo. Aquel se asustó.
- No te conozco –me dijo al reaccionar, mientras se quitaba los audífonos.
- Mirá, yo soy el chavo que te mandó el relato –le dije comprendiendo su freak.
- Haaaaa, sos voz –me respondió ya aliviado –mirá pues, la maldita paranoia.
- ¿Qué, tengo planta de marero? –le pregunté, en broma.
- No, hombre –me respondió.
Iba también a la presentación del libro de Pablo Bromo, Arbitraria Muchedumbre, y le comenté sobre su trabajo y le dije que era un gusto saludarlo.
- Pues mucho gusto también vos, más tarde vamos a hacer algo, va haber after –me dijo.
- Allá nos vemos –le respondí riendo todavía de la reacción de aquel, y por el hecho de no pesar antes, lo que se podría pensar de un desconocido, parándolo a uno en plena calle de la zona viva con una emoción que bien se pudiera confundir con criminalidad fanática.

Acabé mi cerveza y caminamos con W hasta la Plaza Fontabella. Javier y Francisco estaban conversando animadamente con algunas personas invitadas a la recepción y Pablo era sostenido, en plena dialéctica, de una copa de vino tinto que degustaba con buen humor mientras saludaba a los demás que iban llegando. La sala fue propuesta para una celebración diferente, habían mesas (no filas de sillas como en otras ocasiones). Vi el bigote daliliano del Neco acercándose entre los estantes de libros y llegaba con su pareja, una australiana de ojos delicados, que luego nos enteramos, enseñaba ingles y podía ser, aparte de un buena amiga, el más interesante dibujo estético a la par de un latino rockanrolero con planta de mosquetero. Se sentaron a nuestra mesa. Entre la conversación, le pregunté a Neco por su lectura del Popol Wuj, mientras se ponían cómodos y empezaban a bromear con la seriedad y la compostura que corresponde a un lugar lleno de gente conocida. Me respondió que sólo lo había leído en una ocasión.
Le había pedido a Pablo Bromo una entrevista cortísima con tres preguntas para el boletín de la Facultad. Para cuando empezó todo, me di cuenta que no llevaba lapicero ni papel. Me alivió que W llevara un bolígrafo.
Javier construyó un interesante discurso sobre los orígenes de éstas literaturas, habló de esos niños desamparados al televisor que gozaron del milagro del Cable con sus setenta y nueve canales aún en sus idiomas originales, de la cultura del Atari y Nintendo, intercalando frases como “nosotros no sabíamos que había guerra y conflicto armado hasta que vimos CNN” , “mis primeros poetas fueron Giovanni Pinzon con Bohemia Suburbana, La Tona (señalando a Neco, que le sonreía modestamente al auditorio), y esas bandas de Rock” , y luego dijo algo de lo que ya antes había discurrido en la entrega de su libro “yo todavía no he hablado con alguien que me hable como en las novelas de Thomas Mann, se le ha reclamado mucho a nuestra generación el no tocar los grandes temas, pero a nosotros nos han gustado más los temas sencillos, describir el color de las botonetas al sacarlas de la bolsita negra, estos temas son los que miramos y oímos a diario”, dijo, parafraseando un poco su discurso. Leyó un texto del libro de Pablo y luego le dio la palabra a Francisco Méndez que también retomó el discurso de estos nuevos tiempos donde ya no hace falta un compromiso político; habló de Artaud y de los poetas vanguardistas que fueron llamados unos “niños malcriados”, también discutió el trabajo de ir contra corriente con el realismo mágico liderado por Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, el Boom, y esta nueva forma de contar la vida de una ciudad de madrugada en medio de la fiesta.
Pablo Bromo estaba visiblemente emocionado. Ahí estaba la portada de su libro, cápsula tras cápsula, y la música se hizo escuchar con los primeros acordes. Érase un escritor músico. Habló de la frase de Manuel José Arce de cómo es querer y al mismo tiempo que le duela a uno
[1] querer a Guatemala, sobre los After Party´s, y la buena música. Mientras la canción de sus palabras resonaba en esa sala, recordé la primera vez que lo había visto, con su acento argentinizado por Charly García, Fito Páez, y Espinetta, y recuerdo que llegamos a la casa de Francisco al After, ahí estaba aquel en un sofá en una habitación muy pequeña, realmente disfrutando de la cerveza, realmente oyendo Bjork; luego recordé la ocasión en la casa de un tal José (que había trabajado para MTV, y había tenido el raro juicio de darme dinero para comprar toda la cerveza que quisiéramos), y nos ponía la música que queríamos en su gran sofá que le daba la vuelta a un gran salón (esto era en la zona 4), y allí estaba Pablo Bromo bajo la influencia de los Fabulosos Cadilacs y Depeche Mode, entre R.E.M y Tom Waits, y La Sonora Santanera, luego la madrugada, la luz que va naciendo mientras fumada a fumada uno termina viendo la sumisa, tierna y pura, luz blanca de la mañana del otro día.



Pablo termina de leer y la gente sonríe. Ha estado magnifica la lectura, me dice W, yo le pido el bolígrafo y corro a la mesa con una servilleta. Pablo firma libros y en un receso, me responde.
- ¿Cuál es el SoundTrack de tu vida, y tu cuadro favorito?
- ¿Me hablas de bandas o canciones?
- Había pensado en una canción que tuvieras en mente, pero decime una banda.
- The Cure –me responde mientras brinda con Marré – ha, y el pintor, cualquier cuadro de Miró.
- ¿Dónde te asaltó la idea de escribir Arbitraria Muchedumbre y qué sonaba de fondo?
- Fue en un After como a las 3:00a.m., rodeado de buena compañía y escuchando la mejor música.
- ¿Cuál es tu programa de TV favorito?
Luego de pensarlo y repensarlo, me dice que tiene muchos favoritos, yo le repito que sólo debe decirme uno, le menciono Seinfeld, y le brillan los ojos, cuando me dice que es muy bueno, y luego, responde por fin.
- Yo creo que The Simpsons.

Es curioso, realmente curioso, por no decir misterioso, por no decir casi ominoso. Me olvidé mencionar que el 9 de Junio también murió Miguel Ángel Asturias
[2].

Lester Giovanni Oliveros Ramírez
Guatemala 10 de Junio 2009

[1] “no quisiera amar tanto a este país, a esta gente... el amor se me transforma en dolor y eso no es justo”.
[2] 1967

lunes, 8 de junio de 2009

EL EMPLEO PERFECTO PARA UN ESCRITOR

Vivo la vida que es posible para mí.
Paul Auster
*
Un escritor, como recomendaría William Faulkner, podría vivir hasta en un prostíbulo, de guardián, mesero o propietario. Hay escritores que trabajan de maestros y tienen lo que queda de la tarde para el trabajo. Otros se emplean en oficinas gubernamentales con lo que les queda todo el día, disimulando hacer el trabajo lento de fichar documentos olvidados. Otros como yo, tenemos la suerte de poder ver películas viejas a cualquier hora del día, como hoy que veo Smoke, y puedo escribir al mismo tiempo este texto, luego de atender a dos clientes prepotentes que traían a su secretaria para que eligiera una silla barata, económica, casi regalada. No me puse a imaginar cuantas horas pasará la mujer sentada en esa silla, ni si los dos malhablados socios fueran los suficientemente humanos, porque la verdad sólo les vendí la silla y me olvidé de ellos. Smoke es una película que me recuerda El Lado oscuro del Corazón y me gusta; hasta ahora sé que es sobre un escritor, un joven negro y un vendedor de cigarrillos. Recordé el libro de Cabrera Infante Holy Smoke!, y su crónica sobre esta planta tan asediada por los ingleses en la antigüedad. Sobre ellos habla uno de los personajes, contando una anécdota de Sir Walter Raleigh y de como pudo pesar el humo. Pero aún así estoy trabajando, porque trabajo me cuesta estar sentado frente a un escritorio con dos computadoras encendidas en llamas, por un lado Facebook y por el otro Guatecompras.com, que es por donde me dirijo cada vez que el jefe levanta la vista y me mira por medio de espejos ubicados en lugares específicos y que repiten mi imagen sin culpa. Pero ahora no está y esta película es muy buena, aunque me siento contrariado por unos relatos sin corregir y unos textos a medias, pero Smoke me inspira, y veo que el actor es un buen tipo, y yo pienso que los escritores son buenos tipos siempre, aunque a veces quiebren vidrios o beban irresponsablemente, eso es, tú también puedes ser un buen tipo, me digo.
Hace poco, una amiga, me envió uno de esos correos multitudinarios que recomendaban dar gracias por el trabajo que uno tenía, y había fotos de empleos escandalosos. Me gustaría pensar que estoy haciendo un buen trabajo, pero estoy dividido en dos personas, una que hace este trabajo penoso y otra que se divierte escribiendo ésta nota en pleno horario laboral.

viernes, 5 de junio de 2009

POSTDATA/OYENDO A DEBUSSY CON UNA PATA DE CONEJO ENTRE LA BOLSA DEL PANTALON


Cuesta mucho llegar a ser humano. Muchas veces, debiera ser posible apagar con un switch áreas de la mente o el cerebro entero, otras interrumpir el torrente sanguíneo, y finalmente parar al corazón, porque ser humano, comprender al otro es tan difícil que no necesitamos de la razón sino de algo más allá del sentimiento, pensarnos vulnerables, entender el estado de postración de un ser viviente. Aprendemos y desaprendemos en toda una vida, quizás algunos afortunados logren encontrar un balance, quizás no se hagan reproches, talvez tiene la conciencia limpia. Pero otros vagamos en un submundo hecho a base de caídas y raspones, a golpes y golpes contra el mismo muro, tropezar de nuevo y con la misma piedra, no es una canción solamente es una realidad. Las justificaciones a nuestros actos son un performance diario, un ejercicio de conmiseración propio, pero a veces es un dolor en alguna parte de los huesos todos y el alma pesa con tanto dolor y la angustia termina derrotando nuestros músculos sobre una cama. Nos enfermamos de un pasado injusto e injustificable, cómo darle vuelta al tiempo y volver a empezar un nuevo ciclo, cómo olvidarnos de los golpes dados y los recibidos en el combate, porque no se olvida el primer pijazo que la vida nos pega, no se olvida como se nos cruzaron otros caminos y el camino pensado nos quedo como recuerdo colgando de una cadenita de otros ideales tan muertos que parecen la pata de conejo que llevo en la bolsa del pantalón pensada para dar suerte, pobre conejo.
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PostData.
...y pensar que un primate encerrado en la biblioteca mayor de Londres, ahora mismo esta escribiendo las obras completas de Shakespeare, fumando un Montecristo.

lunes, 1 de junio de 2009

ADIVINOS DE CATACLISMOS



1) Una mujer iba y venía por la playa pidiendo una moneda. Tenía frutas y flores impresas en su falda, y una blusa raída. Al llegar a nuestra mesa se quedo oyendo la conversación. Sonrió. Alguno le dio una moneda, otro se disculpo no llevar cobres, otro miraba el mar como si hubiera sido golpeado por una almágana. La señora se quedó oyendo un poco más y viendo las posturas de placidez con que los extranjeros de los puertos miran el mar y son conmovidos por el ruido de las olas y el olor a pez podrido. Cuando pensaba que ya no estaría allí parada, sentí sus manos, dándome un abrazo que yo interprete como esos impulsos maravillosos de la sangre. Le agradecí el abrazo con un vaso de cerveza que apuro inmediatamente. Luego se fue. Me dejo feliz, yo siento que soy caribe.
2) Esa misma noche fuimos a la tienda más sencilla del puerto. Quería conversar con los pescadores. Maya es muy cautelosa. Tiene miedo de lo que no conoce, muy al contrario de mi madre, que le teme más a todo lo que ya conoce bien. Algunas veces el instinto puede más que la razón y siempre es bueno mirar a los ojos a la gente, ahí esta todo. Nos sentamos, como dije, en una mesa de madera. Nos llevaron dos cervezas y nos quedamos cayados oyendo. Un hombre en pantaloncillos, lanchero, hablaba de la tarea nocturna. “No cualquiera puede embarcarse con nosotros, sabe que hasta los hombres más fuertes, yo los he visto, no le miento, se desmallan cuando les pega el sol, porque el único que pega en el mar es el sol y de vez en vez las olas, eso, mire pues, uno cree que el mar es bravo pero el sol mar adentro es peligroso, yo no me recuerdo de la primera vez con una mujer, me recuerdo de mi primera vez en el mar, y eso enoja a la Negra, ella siente celos cada vez que salgo por la mañana, con permiso de usted, disculpe, perdone, regáleme para un mi trago…” Estaba parado delante de mí. Le pedí un su Venado, pero el me dijo que le gustaba más el Predilecto, porqué, saber, pero en eso estaba, en contarnos de sus hazañas en el mar.
“Dios es más grande allá, y más bueno, hay milagros grandes que sólo puede ver uno cuando ya ha estado a punto de morir, seño tómese su cervecita, se le va a calentar, el cielo, qué le contaba, tengo tan mala memoria, ustedes no son de acá, mire tenga cuidado, hay gente mala, somos malos, estamos en los últimos tiempos, ya se acerca el fin, esperemos nada más que la voluntad del de allá (señalo al cielo), si, mire, lo que le hablaba era del mar, y luego del mal, si es como usted dice.”
3) Al regreso, nos venimos oyendo a Chente, Pepe Aguilar, La Paquita la del Barrio, y al Buky. Una señora, con aliento a licor, golpeada de la cara, con raspones en los brazos, se sentó a mi lado. “Usted es jose y ella es Maria, si, yo se lo dije a ella que usted el convenía, que usted la iba a hacer feliz, que usted era para ella, mire, no se preocupe, yo puedo estar tomada pero respeto, usted es la hija de Raquel, yo la conocí cuando era una chiquitilla, que bonita esta, me recuerdo porque a su casa me recomendaron doña Estelita y don Davis…” Con Maya, nos mirábamos sorprendidos de la cantidad de gente profetizando en estados alterados, como si de pronto las líneas de la temporalidad, el efecto del mar, y los destinos se convocaran para hacernos pasar un weekend tan extraño. Tratamos de decirle a la señora que nosotros no éramos los que ella decía, que estaba equivocada, pero ella decía que éramos unos ingratos porque tratabamos de ignorarla. Al principio nos reímos solo nosotros, al tiempo, muchos vecinos de asiento comprendían todo y se reían de nosotros trantando de explicarle a la señora que nunca la habíamos visto en la vida.
4) Maya me dijo, cuando tomabamos té en su casa, que todos ellos, esa gente que tras de uno suplica, son Ángeles que nos guardan. Otras versiones, me dijo, dicen que es Jesús multiplicado, pidiendo, tocando, y buscando. En el espejo del mundo, todos ellos, son afortunados. Por eso hablan de Dios cuando beben. Recorde las palabras de un ebanista "...mire yo que usted sólo me tomo ese y me voy a descansar, uno sabe que esto es malo, uno ya lo sabe, uno sabe que esto mata, uno ya lo sabe, pero lo sabe y uno es necio, usted cree en Dios verdad, pues mire como es la vida, usted debería de cambiar, mire eso cuesta, cuesta mucho pero hay que hacer la lucha porque uno no se da cuenta de nada hasta que se enferma, y es doloroso, como con los niños, a los niños les dicen hace la tarea, portate bien que nada te cuesta, y uno sigue de malcriado, la verdad es que Dios hace milagros y grandes, les voy a contar una vez..." El hombre nos terminó dando un sermón, con el trago en la mano.


*Estoy leyendo Islas en el Golfo, de Hemingway. Parece que es una historia basada en todos los recuerdos de sus años en Paris y Cuba.

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...