martes, 25 de junio de 2013

MANUAL DE LOS MASTURBANTES/ RESEÑA-SEMBLANZA-ENSAYO A LOS AMOS DE LA NOCHE DE ESTUARDO PRADO



            En un principio no pensé que Estuardo Prado existiera. Hasta una tarde que tenía que presentar un evento de poesía en el Gran Hotel y lo vi conectado en facebook. Le pregunté si podría leer parte de su libro y accedió inmediatamente. Ahí estaba con su familia a las siete de la noche. Su lectura fue una muestra de lo que alguna vez oí en las calles de la zona uno, un lenguaje que definitivamente nueve o diez años después de desaparecida la Editorial X seguía vigente.
            Luego de eso participamos juntos en alguna lectura en la zona diez, a donde nos llevamos unas botellas de vino tinto que mostrábamos sin ningún pudor mientras nos emborrachábamos de poesía y una locura santa. Hasta que una noche, no sé si por algún comentario mío, no sé si por el hastío terrible que dan las seis de la mañana de una noche en vela hablando de tantas literaturas, que Estuardo Prado me habló de empezar con un proyecto editorial. Nada más emocionante para mí, pero también entretenido para mi nuevo amigo escritor que debía ordenar y corregir esos cuentos que escribió entre México y Guatemala en esos años desaparecido.
            Antes, en uno de esos encuentros en el Bar Central con Javier Payeras, que ha sido un serio lector de toda su generación, además de un crítico crudo pero sin rebasar la buena fe de la amistad, me dijo que no sabía donde estaría Estuardo, eso sí, “si se estuviera portando mal ya lo hubieran encontrado”, bromeó. Bromeábamos todo el tiempo con el hecho de que se hubiera vuelto evangélico protestante y estuviera gritando a voz  partida que el fin se acercaba para todos. Pero no. Esa noche en el Gran Hotel que lo presenté para la lectura era el mismo, y eso si, su mito le valía tres mil putas.  Luego me di cuenta, en el transcurso de un intercambio de libros, música y comentarios de películas y mujeres, que estaba completamente ausente de lo que se decía sobre él. Era, después de todo un tipo tatuado sin ego, eso sí, irreverente en todo y rebelde por instinto.
            Estuardo Prado es hoy en día un héroe de su generación. Logró publicar a los mejores exponentes de hoy en literatura de ruptura y una propuesta nueva que esquivó y rebasó las filas de espera en esa sala repleta de jóvenes falsos (que eran aquellos dinosaurios oxidados); era pues un terrorista del lenguaje que dentro de sus libros vive muy cómodamente: Deleuze, Derrida, Lacan y Barthes.
            Como no me había sucedido desde hace mucho tiempo, me era imposible escribir sobre el editor y escritor de una novela como Los amos de la noche o El Libro negro. A pesar de algunas conversaciones largas al filo de litros y litros de cerveza Sol. Lo entendí de pronto al leer a Georges Bataille, que quizás si estuviera vivo hubiese sido uno de sus aleros para beber y hablar de tantas posturas en que las mujeres se ven más que bonitas desnudas. En efecto, entendí que la literatura de Prado es una híperparodia, una grandilocuente visión anti-literaria que estaba anegada de la cultura del rock, la gracia Light del consumo pop y la comedia completa de un mundo visto siempre como un infeliz guión de una película de bajo presupuesto. Por eso cuando veíamos esa película de Tenancius D, the pick of destiny, se me reveló esa hiperbólica forma de imaginar lo impredecible, que siempre o casi siempre, hacía romper en carcajadas ante lo inverosímil o, en caso contrario, tacharlo de anarquista inmoderado. Solo dos posturas radicales se esperaban de libros así, el disfrute inmediato de un viaje de ácidas imágenes o la rabia puritana de quien teme que sus principios se atrofien ante todo ese mar de blasfemias extravagantes.

            Por algunos meses le prestaba Los amos de la noche a gente de diferentes círculos. El más emocionado fue un dependiente de una cantina frente a la universidad que le tomó tanta devoción por dos horas que se lo terminé regalando. Normalmente la gente lo catalogaba de diferentes maneras. Este cantinero dijo que era una comedia comic. Alguien dijo que era como cuando se cuenta una película. Para mí, hoy por hoy, creo que es uno de esos libros que Guatemala nunca le perdonará a nadie. Por que el futuro no empezó ayer, sino anteayer, fuera de todo contexto, Prado ya estaba rompiendo filas desde hace mucho tiempo atrás bajo una herencia psicodélica y liberadora.

lunes, 17 de junio de 2013

EQUIVALENCIA AL PROGENITOR


 "...gracias a las enmiendas que surgen de esta confesión, y que
no puedo ni quiero extender hasta el detalle, se ha logrado, 
a mi parecer, algo tan próximo a la verdad, que podrá tranquilizarnos un poco a
los dos y hacernos más fáciles la vida y la muerte."

Franz Kafka/Carta al Padre.



Déjame que te cuente,
mis padres fueron los libros
de ellos me agarraba cuando me caí
muchas veces
muchas veces
pregúntale a Borges
o a un alemán que sabía de algoritmos,
Herman Hesse en esas ediciones rotas.
Víctor Hugo enseñándome a elegir la vida.
García Márquez o Vargas Llosa o Jorge Amado,
o Bocaccio o Almudena de Grandes, haciendo alarde
del gran sexo de esos años, de vitrina el mundo desnudo,
potente y frugal.


Eran esos años tan solos
en los que la televisión estuvo haciendo estragos.
Pero mis padres, esos libros objetos que yo
dejaba con manchas, ruedas de café y
algunas huellas sin sangre, son ahora como testigos
de este nuevo hombre aterrizado,
estas cicatrices que escriben el mantran
del perdón para siempre
de los nuevos cigarrillos y las futuras conquistas
de esos terribles territorios de la ausencia.

jueves, 30 de mayo de 2013

BREVE BIOGRAFIA/ LESTER GIOVANNI OLIVEROS RAMIREZ

LESTER GIOVANNI OLIVEROS RAMIREZ: nace muerto de la risa el 28 de julio 1976. Dicen que esa noche los doctores hicieron huelga en el Hospital Roosevelt y se las tuvo que arreglar para nacer sin ayuda de nada, ni siquiera con la de su mamá porque estaba dormida; dicen que cuando ella despertó el niño ya estaba allí. Explican que soy poeta y siempre lo niego por que la palabra está muy devaluada. Y además suena a profesión pero parece más un insulto por la forma de vida que se han gastado esos muchachos. Promotor cultural a la fuerza, no hay de otra, en Guatemala los artistas hacen todo, hasta comprar sus propias obras o cambiarlas urgentemente por comida. Fue incluido en la antología Poesía para Todos 2011 de la Biblioteca del IGA y en una antología que jamás ha visto de Paraguay editada por el poeta Edgar Pou. Algunos episodios interesantes son haber publicado su libro Deliriosaurios y que no haya ni una sola copia en ningún lado. Ha publicado poesía y una serie de entrevistas a gente más inteligentes que él en la Revista de la Universidad de San Carlos. Su trabajo periodístico ha figurado en varios medios de comunicación guatemaltecos como Luna Park, y la sección diaria de cultura de los diarios La Hora y Siglo XXI. Modera el blog latinoamericanosunidos.blogspot.com. Actualmente trabaja en el departamento de Edición Editorial Santillana, y estudia francés en la universidad. Es editor y fundador de la Editorial Cartonera Maximón. Normalmente anda a pie y con un libro. Otro dato curioso es que tiene la única entrevista que le han hecho al escritor de El Perfume, el señor Patrick Süskind. Tiene muchos amigos, dos o tres enemigos famosos y un buen recuerdo de un gato que le regaló su mamá (o sea, mi madre regaló al gato).

viernes, 24 de mayo de 2013

APUNTES SOBRE LA IMAGINACION





La inspiración es la televisión. 
Andy Warhol.


            La otra vez una gran amiga me preguntaba al respecto de la imaginación. Yo le respondí la verdad, la pura verdad, que creo en ella más que en lo que veo, tanto que Dios para mi era tan grande en medida a mi imaginación. Es decir, que Dios existe, crea y trasforma en la medida suficiente a la imaginación de uno mismo.
            Ella se sorprendió de mi aventurado comentario. Qué yo revalidé en comparación con algo que me parece superficial y es producto del mal gusto, la fantasía. Una de las peores formas de la creación humana es la fantasía. No tiene sustento en el infinito, ni en la realidad profunda del ser. Si la imaginación es Dios, la fantasía, amiga mía, es el puro diablo. Es una mentira completa, sin sustancia. En el fondo de todo radica la realidad, que a mi parecer, es tangible en tanto creamos en ella. Pero eso terminaría pareciendo metafísica, si no fuera porque los científicos han dicho que toda la materia por compacta e indestructible que parezca, es porosa y sujeta a cambios de todo tipo. Es pues, mi humilde idea de la imaginación. Así que yo creo en todo lo que esta escrito.

Creo entonces que todo lo que se pueda imaginar puede existir inmediatamente. Al meditar en los grandes, pienso en uno que dijo que los números primos eran una confirmación de Dios también, pues era un Argumentum Ornithologicum:

“Cierro los ojos y veo una bandada de pájaros. La visión dura un segundo o acaso menos; no sé cuántos pájaros vi. ¿Era definido o indefinido su número? El problema involucra el de la existencia de Dios. Si Dios existe, el número es definido, porque Dios sabe cuántos pájaros vi. Si Dios no existe, el número es indefinido, porque nadie pudo llevar la cuenta. En tal caso, vi menos de diez pájaros (digamos) y más de uno, pero no vi nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres o dos. Vi un número entre diez y uno, que no es nueve, ocho, siete, seis, cinco, etcétera. Ese número entero es inconcebible; ergo, Dios existe.”

En está otra el giro sobre la imaginación es casi sublime, pues como dijo también Tolkien, uno vive, o termina viviendo en lo que crea y lo postula en un cuento parecido a este que es de  R. F. Burton, que se titula La obra y el poeta:

El poeta hindú Tulsi Das compuso la gesta de Hanuman y de su ejército de monos. Años después, un rey lo encarceló en una torre de piedra. En la celda se puso a meditar y de la meditación surgió Hanuman con su ejército de monos y conquistaron la ciudad e irrumpieron en la torre y lo liberaron.

Con respecto a la imaginación y sin deseos de ofender a nadie y menos confundir, que es normalmente lo que pasa con algunos de corto criterio, la otra vez hablábamos, curiosamente a media noche, con el esposo de mi hermana y mi papá sobre ciertas preguntas sin aparente respuesta. Las preguntas las enumero a continuación:

  1. ¿Cómo es posible que la raza humana partiendo de Adán, Eva y sus hijos, hubiesen sido los procreadores de toda la humanidad, de haber sido así tendríamos que aceptar que tuvieron relaciones entre ellos, o no?
  2. Las dos creaciones. Cuando Caín fue marcado por el homicidio de su hermano logra irse y procrear una familia. ¿Quiénes eran? ¿Habría más gente? De ser así, Adán y Eva no fueron los primeros de la creación.
  3. Que si Dios es mujer o hombre.


A estás alturas les conté sobre la imaginación de mi abuela, que ya tras tantos años, decía que en realidad Jesús no convirtió doce tinajas en vino sino un río completo. Estas preguntas fantásticas tiene su explicación, claro está:

  1. La Biblia es un libro sagrado, como muchos otros. El Ramayana de los hindúes; el Coran de los Arabes, que es bastante parecido a la Biblia por ser casi hermanos, hijos de Abraham; el Popol Vuh de los Mayas y los Cantos vedas, sin mencionar los textos orientales o las ideas de la creación de los Siux o los aborígenes sudamericanos.
  2. Si había mucha más gente, al ser la Biblia un texto alegórico escrito por Moisés, un hebreo educado en Egipto bajo toda la sabiduría y la magia de este pueblo pudo transcribir los primero libros, uno de ellos el Génesis, tuvo que ser casi inventado, pues Moisés prácticamente no había nacido ni había conocido a como se formó todo. Además de eso recopiló todas las historias orales de boca de los ancianos, de ahí surge la genealogía y milagros de los primeros patriarcas del pueblo de Israel.
  3. En el hebreo antiguo, según los expertos no dice Dios en singular, sino en plural: Los Elohim (en hebreo El, אֵל, o Eloha, אֱלהַּ), tanto es así que como el idioma español le da sexo a todo por sus artículos (el y la), en la traducción se entiende que Dios es masculino.

En síntesis. La imaginación no sería posible sin el poder de la invención, una voluntad mayor. Luego de eso, mucho criterio para discernir entre tanto idioma y bastos lenguajes.

O sea que al escribir en mi blog que La imaginación ha movido más montañas que la fe, lo único que estoy haciendo es redundar.

domingo, 12 de mayo de 2013

BREVE HISTORIA DEL TIEMPO/ 1993-2013






Alguien que tiene muchos amigos, corre el riesgo de volverse un solitario. Está el hecho de que no somos omniscientes, ni omnipresentes y uno peligra en olvidarse de todo por temporadas; máximo si uno se apasiona con una manía tan malsana como la literatura y abandona todo por escribir, así sin más, entre una fauna de dipsómanos, adictos a cualquier cosa y feroces críticos que de frente parecen tan inofensivos.
Así fue como después de más de algunos lustros, tres para ser exactos y más o menos quince años en suma, y para ser benevolentes con los héroes de esta crónica no parecía que hubiera pasado el tiempo, tanta agua bajo los puentes, todo parecía igual. A pesar del poco pelo en la cabeza de uno de mis mejores amigos, Otto; o la barriga cervecera de Carlos; o los lentes de Velvet, que, a pesar de todo conserva una chispa original, como cuando la conocí en una banca de concreto a la par de su casa.
Porque en aquel tiempo jugábamos base ball, chamuscas, hablábamos de todo lo que veíamos en la TV, sobre cosas sin importancia, de noviecitas platónicas o certeros enamoramientos trágicos, eso éramos, Otto, Vinicio y Miguel, que además de ser mi amigo era el hijo de mi madrina. Una categoría que nunca entendí por tener en familia una educación cerrada con el evangelio pentecostal. Pero ante todo esto, caminábamos por las tardes a unas calles abajo, donde nos reuníamos entre risas y ocurrencias. Velvet era entonces la anfitriona de ese espacio frente a su casa donde habían bancas de concreto, algunas gradas, quizás hechas por sus tíos para tertulias dicharacheras con los tragos. 
Luego una tarde conocí a mi vecino Estuardo Gramajo, el Tato, que salió con un guate de base ball y boleamos algunas horas hasta que me contó de un grupo de escouts del que él era dirigente. Al otro sábado estaba integrándome a la patrulla Halcones, fue allí donde conocí a varios nuevos amigos que se dispersaban al terminar las actividades por varias colonias de la zona cinco: La chácara, el Edén, La Arrivillaga, Jardines de la Asunción, Santo Domingo o la colonia Ferrocarrilera. Conspirábamos cada sábado todo para ganar en los juegos y más tarde todo esto nos serviría para el verdadero e implacable juego de la vida.
Todo eso recordamos ayer. Nos vimos después de años. En mi caso, el más perdido de todos, ya que he pasado casi la mitad de esta vida entre libros; entre ellos se ven un poco más ya que han mantenido una correspondencia mutua de buenos amigos. Vimos fotos, almorzamos un rico guisado hecho por Velvet, que en sus palabras describe como algo irrepetible, ya que normalmente usa todo lo que tiene a la mano sin darse cuenta. El arroz con queso parmesano inigualable y una dona tamaño familiar que llevó Miguel, hicieron de esa tarde algo inmejorable.
A mí me caló el ambiente de la zona cinco. Las colonias permanecen en la memoria. Entre las fotos, aparecemos varios parados en ese gran peñón frente a la Laguna Verde, todos flacos y listos para saltar. Hablamos de caídas y de levantones de la vida. De accidentes y de milagros, estábamos ahí de nuevo, contándonos entre risa y risa lo que ya habíamos vivido en serio. La verdad me encantó oír que sus voces eran esas mismas que había extrañado por tanto tiempo sin darme cuenta. Perdón, si se me salen unas lágrimas, por tantos que ya no estan ahora.

martes, 7 de mayo de 2013

NACER DE NUEVO



Por fin salió. 

Pero al ver la luz empezó a llorar de miedo. 
Había nacido entre la oscuridad. 
Había nacido entre la densa oscuridad del cuerpo de otro cuerpo. 
Un útero maravilloso que le daba de todo para los sentidos, música profunda e insólita, calor humano dentro de una cueva silvestre y un tacto preciso de caricias internas. Oía la voz de su madre hablando y era una canción tecno junto con el ritmo de la sangre y los latidos percusionando junto a su propio corazón un ritmo.
Oyendo el latir del corazón reconoció de pronto el Rock and roll, se refugió en horarios nocturnos, divago sin perder la noción de que era procreación de las sombras. Recordaba esa terrible sensación de vacío al ver la luz y la realidad. Era mejor la noche, lo negro, la imaginación vibrante de la luz de las estrellas.
Siempre anduvo nostálgica, buscando el retorno al útero en cada antro punk, en cada sala de grabaciones, en cada ritmo que con su banda empezaban a preparar para un concierto. Cerraba los ojos y multitudes coreaban sus canciones. Con los ojos cerrados volvía a nacer, porque al cerrar los ojos en la oscuridad percibía entre tantas voces, la voz de su madre, de su familia entera en medio de una oscuridad rítmica.

domingo, 5 de mayo de 2013

Random street.



La sed de la calle.
He visto un hombre que unido a su barba gris
espera la muerte.

He visto mujeres sonrientes perderme en caricias.
He visto niñas despeinadas en las esquinas.
Mujeres que madrugan para ser amadas por algún extraño.

He visto a jóvenes delincuentes llorar su miedo.
He visto a niños hombres vaciar su carga.
He visto a hombres niños vomitar el alma.

Calles que aúllan de pie.

Soledad y burla en procesiones de gente.
Y algunas frases colgadas en una reja,
algunas personas viendo visiones.

martes, 23 de abril de 2013

DEL AMOR Y OTROS DEMONIOS/ GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ



Uno de los autores que más me ha intrigado es Gabriel García Márquez.
Si es posible que alguien piense todavía que Homero no fue uno, sino varios escritores, solo puede ser posible por su voz plural que recrea y canta todo un tiempo y un ser. Lo mismo pienso de este escritor colombiano, con una trascendencia inusitada y una exorbitante naturaleza para narrar desde lo más maravilloso y recóndito de la magia. No hay frase suya que no lleve el germen demencial de la alquimia y la oscura claridad de la naturaleza humana, la esencial forma de ver de un latinoamericano. En esta novela que terminé en un estado de absoluta levitación de los sentidos.
Me la regaló primero un amigo bastante humorista que gustaba de hacer buen teatro, incluso fuera del teatro, y de hacer reír a todos, incluso de las cosas más serias. Me lo regaló porque sabía muy bien de mi eterno tema sobre Cien Años de Soledad. Pero perdí el libro la primera noche de parranda en el nuevo bar que inauguraba un amigo mutuo, que entre otras elegancias tenía la manía de robarse lo que fuera para empeñarlo por droga y de ahí que se ganará el mito de haberme hecho perder una novia, por haberse robado una calculadora de ella, en una visita a su apartamento.
Pero regresando al libro ese que cuenta de cómo llega un periodista hasta una tumba con los huesos limpios una niña a la que se le extiende el pelo más allá de los veinte metros, ese periodista fue Gabo, que empezó una aventura al internarse en la búsqueda de piezas para su novela. Uno de los personajes más interesantes es Abrenuncio un amante de la lectura, que tenía una biblioteca inmejorable con algunos libros prohibidos por la iglesia. Pero además era un cínico metódico en el arte de hacer amigos que con el tiempo volvía incrédulos ateos. Es lo que sucedió cuando habló con Cayetano, y lo que sucedería con cualquiera que se acercara a él con la ilusión de la literatura. El libro lo leí en dos noches y, no me hubiera imaginado nunca, dormir y despertar con un fajo de hojas en los brazos. Pero es lo que amo. Un deseo tan entrañable, un gusto que sobrepasa a todos mis vicios. Desde entonces, mi biblioteca es breve, todos los libros realmente los guardo entre la sangre. Con un poco de nostalgia me voy despidiendo de la imagen de Sierva María de todos los Ángeles; cada palabra final de un libro, deja al pendiente, en el limbo a sus personajes, esa niña políglota, negra por dentro, es un personaje que me llevo también a la tumba. -

viernes, 5 de abril de 2013

BREVE EXPLICACION CONFUSA DE UN MISTERIO



Hoy vi a Wendy en una flor,
brillaba desde el fondo de todo,
y me pregunté:
¿Qué misterio es ese
qué maravilla
de arrancar desde la tierra oscura,
densa y muda 

los colores ardientes del universo?
¿Qué misterio, hado o paraíso,
hablar con un dios que no vemos
con un intenso mar que no produce espuma?
Hoy, me quedo con esa flor
que me pronuncia y dice
que de acá 
solo nos llevamos el amor al otro lado.


(Desde una silla plástica en el jardín de Santillana)

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FOTO:http://3.bp.blogspot.com
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martes, 2 de abril de 2013

(NO OLVIDO/NO PERDONO)




Mi papá, que aún conserva el eterno hábito de leer dos periódicos nacionales, tiene, entre otras virtudes, la buena costumbre de regalar libros o bien, prestarlos indefinidamente. Ya lo conté antes en otra nota y otro tiempo, el fue el culpable que me regaló el primer libro que recuerdo con afecto, Corazón del italiano que creí por mucho tiempo francés, Edmundo D´amicis.
Esta vez me prestó por tiempo indefinido un curioso libro: Siervo o Dictador: La verdadera historia del controversial presidente de Guatemala.
 Pero no parece un libro prácticamente hablando, sino un manual positivista. Que podría ser usado para adiestrar militares en el buen hábito de la disciplina o bien, un libro de moral y ética sobre adjetivado. En la cubierta se ve la foto de un Ríos Montt maduro, viendo como al cielo, como ido, como narcotizado por una quietud particular.
Este libro está escrito con tanta y tan buena fe, que el que investigó la vida del General Ríos Montt, se creyó todos sus cuentos o, subrepticiamente, los dejó pasar como reales, pues ayudaban a la historia que querían contar. Empezando desde la historia empalagosa de cuando era niño, hasta sus contradicciones con respecto a su fracaso en 1974, el año que perdió la presidencia con el partido de la DC.
Los escritores, eso sí, son buenos y entre esas bondades terminan contando todos los artilugios militares, pero al revés, como si los dos quisieran: que así como con la buena literatura se derrocan gobiernos, de la misma forma se elevaran al cielo.
Del Ríos Montt que relata, se rescata su aparente orden mental y engañosa equidad y mesura, que junto con los demás adjetivos que lanzaron con abundancia y absoluta irresponsabilidad estos dos escritores piadosos, que sus nombres son: Joseph Infuso y David Sczepanski. Además prologado, por ese señor que miraba de pequeño, que aún desde un televisor blanco y negro se veía rosado cuando cerraba los ojos orando, frunciendo tanto el rostro, que uno pensaba que realmente estaba impulsando su voluntad como el caso de otros ilusionistas de magia o circo, Pat Robertson de Club 700.
Pues bien, el libro es entretenido y para una persona con criterio y algunos datos históricos, comentarios de gente inteligente, podría ser hasta divertido leer esta historia fantástica. Es una obra de la imaginación, donde se presenta un nombre real con hechos de un personaje que no existe, es decir, un medio mesías barato. De tanto que me lo recomendó mi papá, se lo entregué al otro día, con muchas anotaciones al margen con mi mala letra.
Me reí un par de veces por los grados de absoluta inocencia. Es un libro al fin y al cabo, escrito por dos norteamericanos cristianos, que no sabían nada de Guatemala. No creo necesario decir, que no es un libro científico o sociológico como los de Regis Debray; es un libro al fin, de unos creyentes que lo único que querían terminar, era un manual ético sobre un militar cristiano, sin importarles nada más que el ejemplo inocente de hacerlo creíble a pesar de la Historia.
Tengo que anotar que me pareció ejemplar la solidaridad que ha tenido siempre Zury Ríos con su padre. La relatan acompañándolo a todos lados, desde Washington hasta Madrid y, para terminar la postal, aún ayer, la fotografía de ella en la primera fila en el juicio por genocidio que enfrenta su padre en el presente.
Pero el carácter de Ríos Montt se proyecta mejor, desde la perspectiva religiosa. Lo políticamente correcto. La doble moral de ser una imagen en la capital y ser otra en el interior de Guatemala.
Solo fueron unos días, dos fechas 1982-1983. En tan poco tiempo, es increíble que desatara la atención internacional y la ira congénita de más de la mitad del territorio nacional. Asesinatos, violaciones, extorsión, tragedia y dolor infinito, van tras esa imagen que dura menos de un minuto en la que se proyecta el discurso de un personaje que insólitamente aprobara Luís Palau, ese predicador que alguna vez vi hablar del amor de Dios en un estadio. Pero no es de asombrarse por el hecho de que un evangelista esté alejado de la realidad, es de asustarse de la falta de comunicación e informes desvirtuados que había entonces.
El cineasta y agudo documentalista Uli Stelzner, la valiente fotógrafa Jean-Marie Simon, el sereno y educado escritor Francisco Goldman, un amigo que se llama XX, lo que he visto por la calle, algunos amigos y amigas indigenas, me confirman que este libro solo puede ser una broma y de muy, muy mal gusto.
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 Lester Oliveros Ramírez
Guatemala 2 de abril del año 2013

Foto: Prensa Libre.

miércoles, 27 de marzo de 2013

DEJATE CAER /RELATO DE UN SUEÑO.

Según algunas teorías freudianas los sueños le deben a la realidad el misterio de perderse en escenarios que podrían ser mucho más intensos.

En este sueño que tuve, sentí el terror. Estaba en una habitación que, como siempre pasa en los sueños, la intuía mía. Pensé que despertaba, pensé que estaba solo y en realidad lo estaba pero todo se movía. Pero recordé que en algunos sueños que he tenido antes, sucede que tengo la ilusión de haber despertado realmente y entonces confié en que si me dejaba caer, no me golpearía. Me solté y fui cayendo lentamente, tan lentamente que tuve más la seguridad de que al caer completamente despertaría. Casi fue como un instante de plena certeza y paz, al llegar al suelo vi como mi cuerpo empezó a desaparecer.

Mi cuarto en realidad estaba invadido por gente que no conocía y en el sueño eran amigos míos. Una horda de ocho muchachos estirados en mi propia cama tapados con mis sábanas. Estos intrusos se fueron después de que les pidiera con muy buenos modales que por favor salieran de mi habitación inmediatamente. Se fueron riendo y sin protestar. Luego abrí la puerta, y salí al patio. Me perdí al querer entrar de nuevo a mi habitación pero el terror se apoderó de mi al ver rostros demacrados, tristes y muy viejos, como si fueran muertos sin entierro, cadáveres que aún no se percataban de que ya, en algún momento de una vida distanciada, ya eran mujeres y hombres sin vida.

Me desperté pensando que todavía iba cayendo lentamente en un silencio intenso. Era de madrugada.


foto:http://1.bp.blogspot.com/-KkSNMpXyRpo

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...