miércoles, 7 de febrero de 2018

LAS MANOS INVISIBLES








Las cosas más pequeñas con un sentido 
valen más en la vida que las cosas más grandes sin el.
Carl  Jung- 



 Soñé que entraba a la cárcel. Nunca supe el delito. Vi los vidrios rotos y sucios, a donde la luz se dirigía. Yo estaba sentado en una cama y platicaba tranquilamente con un compañero de celda. La sábana, recuerdo a medias, se notaba bastante usada, pero limpia al menos. Gradualmente, al ver esta revelación, se fue apoderando de mí un terror que me conmovió con una fuerza inexplicable. Mi libertad agonizaba hasta la muerte. Podía sentir sus últimas convulsiones, su pálida mirada, su irrevocable resignación a dejar de ser algo vivo en mí mismo. Entonces cerré los ojos, ore por ella y me quedé dormido. Al despertar, aún dentro del sueño, agradecí que estuviera en mi cuarto y la revelación se fue volviendo tenue hasta desaparecer del todo.

No hay comentarios:

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...